rómpeme las costuras

Tenías tiempo libre, un rabo increíble, una casa en la playa, una herencia descomunal. El descapotable de papá a mano, mis piernas en mente, veranos en las cíes, poder en la mirada.
Tenías tanto que me asustaba no ser más que la chica del viernes, el polvo del domingo, la película de la 2, el sustituto al chocolate, la cama mojada, las bragas rotas.

Tenías tanto que me fuí, por la puerta de atrás. Advertiste el portazo, me alcanzaste corriendo "vas a volver de rodillas y esta vez vas a sangrar, vas a dejar de correr, vas a abrir las piernas para otros fines" te escupí en la cara, volví a echarme a correr, con la mente en blanco, con destino fijo, a ninguna parte, a todas mis retiradas. En medio de mi viaje de huída, tú canción favorita en mi cabeza.

Freno en seco. Tenías esos hoyuelos, tenías esas manos de tapas de libro antiguo, tenías esa voz que hubiese callado a cualquier Dios. Vuelvo como la adolescente que se fué de casa, como el perro que escondió la pelota, como la zorra que arrastra las piernas buscando drama.
Tenías la maldita sonrisa del campeón, la jodida palabra precisa, la libreta de mis debilidades.
Si, joder. Tenías razón, Follemos.